jueves, 4 de septiembre de 2008

Me persigue Chillán


Sergio Hernández el poeta de Chillán
Candidato al Premio Nacional de Literatura
Desde la profundidad de una conversación en la mágica Estación de Chillán, querido Profesor Hernández, tus versos quedaron grabados en el corazón de tus discípulos que desde el incógnito silencio del tiempo, te vemos caminar por la antigua calle Libertad.
Me persigue Chillán dice el poeta que camina con la ternura de un niño y el paso a medio andar.
Por todas partes se abren caminos y senderos, cuando en su compañía pasea algún forastero, que escondido entre lunas y estrellas, escucha algún poema cantado a la amistad.
Con la mirada puesta en este mundo activo, hilvana en su verso poemas de oloroso pan, los que flotan en el alma de su ciudad Chilena, la que ama más que nadie, su ciudad natal, Chillán.
Chillán, persigue su alma, sus huesos, sus sentidos, hasta su misma sombra la quiere para si, es como un gran tesoro, que entre el volcán y el río, se oculta como un juego en un silencio casi sepulcral.
Chillán persigue a sabios, poetas y cantores que han absorbido el aire de su fuerza ancestral. Es una plaza de pueblo que envuelve con su magia y es lámpara que alumbra de cordillera a mar.

Me dice en sus versos que Chillán es su principio, Chillán es lo que tiene, Chillán es su verdad, vertiente interminable de ideas que caminan y rondan la mirada del que aprendió a mirar.
Es que su poesía, enseña con bondades y verdades infinitas, que no se olvidan más, sobre todo, a los que en algún momento de nuestra existencia, caminamos juntos por el maravilloso camino de las letras.
La poesía de Sergio Hernández tiene el sabor de los vinos más exclusivos de nuestro país.
Es de palabra sencilla, pero no por eso menos profunda.
Es de sonidos que se acercan a ti y te hablan casi musitando.
Es de una sensibilidad conmovedora.
Es de recado infinito.
Es de angustia y abandono.
Es de amor y soledad.


A propósito de: Me persigue Chillán de Sergio Hernández
Por: Carmen Castillo Salamanca

Municipalidad de Chillán respalda postulación de Sergio Hernández

Me persigue Chillán por todas partes… fueron algunos de los versos utilizados por el concejal Cristian Quiroz para proponer el apoyo oficial de la Municipalidad de Chillán a la postulación al Premio Nacional de Literatura del poeta chillanejo Sergio Hernández.

En sesión del día cuatro de agosto el edil señaló que "la obra poética de Sergio Hernández es notable, él es _sin duda_ uno de los grandes poetas nacionales, representa una generación notable. Es un orgullo para nosotros su postulación al Premio Nacional de Literatura, con él podemos demostrar que Chillán no sólo es historia y pasado, sino también presente y futuro" precisó Quiroz.

La propuesta del concejal de apoyar formalmente la postulación de Hernández y de testimoniar dicho apoyo encontró eco en todos los miembros del Concejo, lo que se tradujo en que el alcalde Bernucci requiriera al final de la reunión el acuerdo de los concejales para aprobar la iniciativa, lo que se materializó de forma unánime.

Fuente: http://www.muestrate.cl/noticias/municipalidad-de-chillan-respalda-postulacion-de-sergio-hernandez

domingo, 20 de julio de 2008

Carta de presentación de Sergio Hernández Romero al Premio Nacional de Literatura 2008.

Sres. Jurado,De nuestra consideración:
Tenemos a bien realizar la presentación de Sergio Hernández Romero al Premio Nacional de Literatura del presente año, en honor a los innumerables méritos que el Poeta tiene a su haber, en la que ha sido una incansable labor dedicada a las letras tanto en el ámbito de la creación literaria como en el de los estudios académicos.
Sergio Hernández nace en la ciudad de Chillán en 1931 y es parte de la denominada generación del 50. Estudia Pedagogía en Castellano en el Pedagógico de la Universidad de Chile, gana el premio FECH de poesía en 1954, obtiene una beca para realizar estudios de post-grado en Literatura en España en 1957. Publica su primer libro en 1959, “Cantos de Pan”, y en 1965, su segundo libro de poesía: “Registro”, donde el poeta Pablo Neruda le dedica estas palabras, a modo de prólogo, que vienen a señalar algunos elementos principales de su poética: “La poesía de Sergio Hernández es canto que corre, cristal que canta. /Proclama sencillas riberas en que se entrelazan la menta y el orégano. /O incursiona entre los muros y nos relata mínimos secretos, gotas del alma, papeles del olvido. /O atraviesa la congoja sin que se perturben sus alados quilates porque cantando continúan su fresquísima hermosura (Isla Negra, 1965)”.
Desde sus primeras incursiones, Hernández destaca como un Poeta de excepción. Lo confirman los comentarios que le dedican Alone, Ricardo Latcham, Raúl Silva Castro, Benjamín Subercaseaux, Andrés Sabella, Mario Bahamondes, Carlos René Correa, Ignacio Valente, Jaime Valdivieso, Fernando Quilodrán, Mario Rodríguez y tantos otros más.
Sumado a esto, es necesario mencionar su larga trayectoria como Profesor de Literatura en diversos planteles universitarios a través de nuestro país: La Universidad de Chile (sedes de Valdivia, Antofagasta y Chillán), la Universidad de Talca y la Universidad del Bío-Bio, en lo que significó cerca de 40 años de docencia académica, y que le valió la invitación a formar parte como miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua, transformándose así en el primer chillanejo en recibir tal distinción.
Entre sus premios más relevantes se encuentra el haber recibido el Premio Municipal de Arte de Chillán (1968), el Premio Luis Tello de la Sociedad de Escritores de Valparaíso (1972), el Premio a la Trayectoria en el campo de las Letras 1997 (otorgado por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura del Ministerio de Educación), y el Premio Regional Baldomero Lillo 2005 (otorgado por el Consejo Nacional de Cultura y las Artes, Región del Bío-Bio).
Hernández es una de las voces mayores de la poesía chilena en la actualidad. Su obra está siendo objeto de preocupación y estudio, tanto dentro como fuera de nuestro país. Un autor que no se ha promocionado, que no ha desarrollado un trabajo de auto-publicidad cae indefectiblemente en el olvido. Más, si su opción de vida le impone vivir y deambular en la provincia de nuestro país. No obstante lo anterior, Hernández ha sabido mantenerse dentro de una saludable vigencia, hecho que le ha permitido ser depositario del afectuoso rescate y el interés de las generaciones jóvenes ligadas al mundo de las universidades y el arte (véase por ejemplo, la página web que le creó la Escuela de Diseño Gráfico de la Universidad del Bío-Bio: www.ubiobio.cl/hernandez/).
Su trazo poético que huye del excesivo retoricismo, trabaja en torno al material vivencial, haciendo gala de un lirismo puro y coloquial, transformando sus textos en mensajes de profunda humanización. Sus temáticas son variadas: vida, muerte, amor, existencialismo, infancia, etc. Jamás cede en su empeño a la reflexión y a la búsqueda de la belleza que refleja la sencillez en el habla, hecho que le ha permitido lograr la universalidad a través de un discurso que de manera transversal, puede ser leído, entendido y disfrutado por cualquier lector, en cualquier latitud, no sólo de nuestro país, si no del mundo.
La aparición de su obra, se completa con la publicación de “Últimas señales” (1979), su libro “Adivinanzas”, construido especialmente para niños y que ha visto varias re-ediciones (1978, 1998 y 2005), además de las versiones antológicas como “Quebrantos y testimonios” publicado en México en 1993, y “Sol de invierno” publicada por la Universidad del Bío-Bio en el 2002.
Por todo lo anteriormente expuesto, es que tenemos el honor de presentar la candidatura del poeta Sergio Hernández Romero al Premio Nacional de Literatura 2008, como una forma de merecido homenaje a su obra y trayectoria realizada y construida desde la provincia de nuestro país.

Firmaron este documento:
Elgar Utreras Solano, Director de Ortiga Ediciones.
Diana De la Fuente Ortega, Relacionadora Pública de Ortiga Ediciones.
Hugo Quintana, Editor de Ortiga Ediciones.

miércoles, 2 de julio de 2008

"COMO SI FUERA UN DEBER COTIDIANO":Conversaciones con Sergio Hernández Romero

Por Jorge Rosas Godoy. Doctor en Literatura.
Así se ha titulado esta conversación, ya que a Hernández, el gran Vate, le recomendó que dejara "el adoquín pedagógico e hiciera de su quehacer poético un deber cotidiano", y, a pesar de que éste no lo hiciera así, su opción de vida fue, de todas maneras, la literatura: como poeta, académico y ensayista.

Jorge Rosas Godoy:- Don Sergio. ¿Cómo conoce a Pablo Neruda?Sergio Hernández:- A Neruda le conocí en el Pedagógico por el año '51- '52, cuando fue a ofrecer un Recital. Pero nuestra modesta amistad comenzó por allá por el '58, a fines del '58.
-¿Cómo es esta amistad?-Muy afectuosa, recordada y privilegiada.-¿Esos años en el Pedagógico, no estuvo sólo realmente?- No. Efectivamente, no estuve tan sólo. Compartí con mis compañeros de generación: Jorge Teillier y Rolando Cárdenas, con quienes me unió una larga amistad. Y con Enrique Lihn, a pesar de que él no pertenecía al Pedagógico sino que al Bellas Artes; Efraín Barqueros, Delia Domínguez, Isabel Velasco, Alberto Rubio, Armando Uribe, Pablo Guíñez, Mariana Latorre o Sonia Quintana, con quienes establecimos excelentes relaciones las pocas veces que las circunstancias nos han reunido.- ¿Y Lara, Quezada, Pérez…?- Bueno ellos son de la generación inmediatamente posterior. Y en realidad son aquellos a quienes me he sentido más próximos: Omar Lara, Jaime Quezada, Floridor Pérez, Waldo Rojas, Enrique Valdés y Federico Schopf.
- ¿Cómo es, en definitiva, el comienzo de sus relaciones con Neruda?Cómo habíamos adelantado, en el Pedagógico, en un Recital. Luego de ser presentados como: "el más flaco" y "el flaco de Chillán".Posteriormente, desde fines del '58 en adelante. Recuerdo por ejemplo, a mi llegada a Chillán, después de más de un año en España, me encuentro con que Neruda está invitado por los alumnos del Liceo, y cuyos dirigentes conversan conmigo para que yo presente a Pablo Neruda, en el Teatro Mayor. Dos o tres días estuvo con nosotros. Y exigió mi compañía durante su permanencia.Cuando supo que había llegado desde España, me sometió a un verdadero interrogatorio: "es que ellos manejan muy bien el idioma - dijo"-¿No sería eso lo único que dijo?-No. Por cierto. Él admiraba mucho los clásicos, entre algunos, a Góngora y a Quevedo, especialmente este último por su cercanía como hombre comprometido con su poesía, su pueblo y su política. De entre los coetáneos a Alberti y a Aleixandre, con quienes compartí y tuve el privilegio de acompañar a recibir los restos mortales de Juan Ramón Jiménez.-Luego de la visita a Chillán, Ud. le fue a ver, pues él le había invitado…-Así es. Luego le fui a ver. Con temor, ya que pensaba que era un decir de "buena crianza" no más.En principio, lo negaron, pero cuando supo que era yo, me recibió de inmediato. Más tarde asistimos a una charla.-¿Y en qué otros lugares se encontraron también?- Bueno, la vez más próxima fue cuando yo estaba en Valdivia. Neruda entró en una frutería y escuchó a unos alumnos referirse al Profesor Hernández de Chillán; entonces éste mandó a buscarme. Por suerte para mí, mi director en ese entonces era Eleazar Huerta, así que el me autorizó para que lo acompañara por las islas y sus presentaciones.-¿Qué anécdotas recuerda?- Que él comentaba que en Varsovia, París, etc, donde él llegaba lo anunciaban los diarios, pero allí en Valdivia era, más bien, el hombre invisible.Después, luego de la reunión y presentación partidaria, se le vino la muchedumbre encima. Entonces me toma del brazo y me dice:" quisiera salir de aquí en un helicóptero … y vamos, vámonos a comer centollas, centollas…"-¡Algo aburguesado Neruda eh!- Sí. Por cierto, era muy aburguesado. Tanto es así que se recriminaba no poder escribir como el pueblo, es decir, él escribía para el pueblo, pero su escritura no era comprendida por el pueblo. Nunca lo logró.-Bueno, René de Costa recoge precisamente estas palabras en la voz de Neruda del año '53, a propósito del Lirismo Sencillo: Odas Elementales. La poesía es como el pan, y debe compartirse por todos, los letrados y los campesinos, por toda nuestra vasta, increíble, extraordinaria familia de pueblos. Yo confieso que escribir sencillamente ha sido mi más difícil empeño.-Exactamente, esto fue muy difícil para él, pues siempre reconoció ser del pueblo; mas su realidad fue, más bien, burguesa.Recuerdo todas las comidas y fiestas en que compartimos con él y, por cierto, nada de aquello era "de pueblo". Por ejemplo, en Isla Negra celebrábamos su cumpleaños, después de almuerzo y su siesta, abrió su casa para el pueblo y globos y todo eso…- Ud. en "Quién es Quién…" menciona que también estuvo trabajando en Valparaíso, Antofagasta, y posteriormente a ese libro, en Talca y actualmente en su Chillán natal…- Así es. En Antofagasta, en una oportunidad, también me encontré con Neruda con la gente que reunía Mario Bahamonde; sobre todo al grupo que nos reuníamos en torno a la librería Nortelibros: Alfredo Aranda, Pedro de la Barra, Andrés Sabella, Andrés Sotomayor, Osvaldo Silva y Sergio Correa, entre otros. Y de Arica, Oscar Hahn y Nana Gutiérrez.Y en Valparaíso, con Sarita Vial, Armando Solari, Patricia Tejeda y otros. Formamos el grupo "La Bota". Cuando llegaba Neruda al Puerto, Sarita nos reunía en el restaurante Alemán, en torno al patriarca que escanciaba, solemne la cerveza desde una hermosa bota traída desde Alemania.-¿Y cómo se entraba al club? -Con un ritual: taparse los ojos con un pañuelo y dibujar un chancho.
-Era entretenido. ¿Después de todo era muy solemne?Era de engañarse porque él no era lo que se creía. Era muy ingenioso, de buen humor. Le gustaba la buena mesa, el buen vino, el buen wisky, las buenas fiestas. No era un viejo grave. Le gustaba departir, para eso él trabajaba todo el día. Recuerdo que en la isla, tenía un escritorio al bajar a la playa. Siempre era entretenido andar con Neruda. Se conocía gente importante. A Carpentier, a Losada. Por ejemplo, yo estaba allí cuando este editor argentino llegó con una copia de Veinte Poemas de Amor…, era para celebrar la venta de un millón de ejemplares este libro.-A propósito de libros. ¿Cómo fue eso del prólogo de Neruda?- Bueno yo quería publicar mi libro Registros. Se lo presenté a don Carlos Nascimento, pero éste me puso la condición de traer un prólogo de Neruda para la publicación, sólo de ese modo podría ser.- ¿Y qué hizo entonces?- Me atreví, pero pensando que solamente lo pediría una sola vez. Pero el accedió. Y fue así, como en otra ocasión, estando con Hugo Montes y Andrés Sabella; luego de unos wiskys, me mandó llamar y me dijo: "tu prólogo viene en la maletas".-¿Y qué le pareció? ¿No estaba asustado por el contenido?-No. Porque ya el '54 Alone había realizado una buena crítica acerca de mi poesía. También el '56, Huerta había publicado una antología en la que me incluía. Por lo tanto estaba, más bien, expectante.-¿Qué decía el Prólogo?-Decía algo así como lo que sigue: "Pequeño Prólogo Para su Poesía"De cuanto se ha escrito, ¡y tanto!, el poeta que más leo es el agua que corre.Cada página entre las piedras o la hojarasca o sumando y sumiendo en su cauce la luz y la noche, cada página tiene canto y cristal.La poesía de Sergio Hernández es canto que corre, cristal que canta... Bueno, algo así.-¡Bueno don Sergio, pero no todo es solemnidad!-¡Sí!. Recuerdo un lugar en el que estaba Neruda y se nos acercó un marino borracho y le pide un autógrafo:- "Don Pablo" fírmeme aquí, este papelito, que yo tengo en mi casa los veinte desesperados y una canción de amor". Todo fue risa para él, gozaba con estas cosas. En otra ocasión, nos tomaba del brazo, alrededor de la mesa y decía:"ya, pongámonos barrocos".-¿Y qué de esas otras anécdotas que no le hacían reir? -Ah! Bueno. Esas… la mayor de las veces no le daba importancia. Por ejemplo una vez le pregunté por Huidobro y dijo que lo mejor que tenía era sus vinos. Claro que estaba molesto porque fue él quién le hizo reconocer un plagio a través de Volodia Teitelboim y que en realidad era una paráfrasis. De Parra, ni se acordaba, pero éste sí. Por ejemplo publicó que "muera la Cordillera de la Costa/ viva la Cordillera de los Andes". Además de otras cosas; v.gr: Un poema que se titula Manifiesto:
Nosotros repudiamosla poesía con gafas oscurasla poesía de capa y espadala poesía de sombrero alón.……………………………….
La poesía de pequeño diosla poesía de vaca sagradala poesía de toro furioso.
Pero todo esto ocurre más hacia los'30s a los '50s. Aquí es menester ubicar un poema muy fuerte que escribiera Neruda entre el '50 y el '53.-Sí. Si existe ese poema. Lo trascribiré luego… Creo que De Costa lo rescata en su libro y se llama Estoy Aquí… (19)
Pues he aquí un extracto del poema.
Estoy aquí con mis labios de hierroy un ojo en cada manoy con mi corazón completamente, y viene el alba, viene el alba,y estoy aquí a pesar deperros, a pesar de lobos, a pesarde pesadillas, a pesarde ladillas, a pesar de pesares…………………¡Cabrones!¡Hijos de puta!¡Hoy ni mañanani jamásacabaréis conmigo!………………….y me cago en la puta que os mal parióderokas, patíbulos,Vidobras…
-Bueno, dejemos esto hasta aquí y busquemos algunas respuestas teóricas, quizás, para la diversa poesía de Neruda.-Efectivamente, en Neruda hay diversos Nerudas, pero cada uno de ello tocado profundamente por las circunstancias que tuvo que enfrentar. En definitiva, era un Neruda de circunstancias. Toda su obra está cruzada por ellas, desde Crepusculario, que es donde sienta las bases para toda su poesía, vale decir, allí están todas los gérmenes para su poética.

Recepción literaria.
-¿Dígame don Sergio? Siempre se ha dicho que Neruda jamás teorizó. ¿Pero es posible esto en un Vate como él?--En realidad nunca hablaba de su poesía, pero cuando se le preguntaba respondía muy bien. Uno se daba cuenta de inmediato que las lecturas que él había realizado y seguía haciendo, influían en su escritura. Además desde siempre fue un excelente lector.Por ejemplo una vez le pregunté acerca de un poema que fue escrito en la época de Crepusculario, "Caminando bajo la luna". Él responde:-"no es posible, ya que corresponde a un poema nocturno". Aquí se da cuenta uno que Neruda, sí sabe lo que hace, y más aún, él va a publicar en revistas y prensa cuando sea necesario alguna explicación acerca de su poesía y su visión de mundo. Ya en "Claridades", en "El Caballo Verde de la Poesía", etc. Especialmente en "El Caballo Verde de La Poesía" que es donde va a publicar un manifiesto, el de la "poesía manchada", sin pureza; en contra de la Poesía Pura de Juan Ramón Jiménez:
Una poesía impura, como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición y actividades vergonzosas, con arrugas, observaciones, sueños, vigilias, negaciones, dudas y afirmaciones... Y no olvidemos nunca la melancolía, el gastado sentimentalismo, perfectos frutos impuros de maravillosa calidad olvidada, dejados atrás por el frenético libresco: la luz de la luna, el cisne en el anochecer, "Corazón mío" son sin duda lo poético elemental e imprenscindible. Quien huye del mal gusto cae en el hielo.
-¿De qué otra manera nos damos cuenta de esto?--Es muy sencillo. Descubriendo sus lecturas. Como por ejemplo el viejo Walt:"Hay muchas formas de la grandeza, pero a mí, poeta del idioma Castellano, Walt Whitman me enseña más que Cervantes: en su obra no queda humillado el ignorante ni es ofendida la condición humana": - dice Neruda en USA.-¿Qué otras voces coexisten en Neruda?-En primer lugar hay que reconocer que un poeta como Neruda no aparece por generación espontánea, es el producto de un talento natural más la adecuada asimilación del legado de su oficio. En este contexto, Darío todavía reinaba, sobre todo, en provincia.
- Aquí también es necesario recordar a Durán ¿no?, que es uno de los críticos que defienden que la estética modernista siguió presente en la obra de madurez del poeta chileno. Para ello, Durán divide el movimiento modernista en Chile en tres sectores: el de los parnasianos de los cuales nunca gustó Neruda; el de los neorrománticos, ejemplificado en Gabriela Mistral, poetisa unida al chileno por lazos de amistad y que posiblemente marcó los primeros pasos de Neruda; y finalmente el de los metafísicos finiseculares como Rimbaud y Baudelaire. De estos tres grupos todos presentes en la obra de Darío, Neruda se decantará por los neorrománticos y por los metafísicos. -¡Claro que sí! Darío, reúne estos tres estadios, pero Neruda no se queda sólo en lo neorromántico y lo metafísico, sino que trasciende la melancolía y sus Residencias.- Pero los principios del modernismo pronto desaparecerían de su obra, según Volodia Teitelboim: "Neruda se libra casi al empezar de los modelos del modernismo. Su sentido de la vida natural está determinado en buena parte por la presencia de las tierras húmedas de la Frontera, donde la lluvia, el vapor del agua entre los bosques que circundan la ciudad recién nacida, todo ello lo hace melancolía, pero a la vez ansioso de compañía; donde las flaquezas intelectuales de un ambiente fenicio despertarán en este poeta una respuesta de poderoso y variado registro que se revela contra todas las tiranías del verso establecido, pero a la vez impondrá, por presencia arrolladora, que llena cincuenta años de poesía chilena, su propio dictado, contra el cual han intentado inútilmente insurreccionarse generaciones sucesivas de poetas".-Sería reductivo pensar así, ya que las tierras húmedas de la frontera no serían sólo melancolía, sino compromiso, una utopía que buscar y conquistar. Neruda no es sólo el Lar sino el VATE.Pero, por otra parte, no debemos olvidar que el mismo Huidobro había tratado de ahogar los cisnes darianos en su Espejo de Agua, publicado en 1916. Y que el peruano César Vallejo, demuestra inusitada originalidad, sólo a partir de "Trilce" y que otros aires trata, también, de traer a la poesía de América la publicación de "Fervor de Buenos Aires" de Jorge Luis Borges.
Directamente otras voces en Pablo serán, como adelantamos, Góngora y Quevedo, especialmente este último. Aquí se debe recordar Viaje al Corazón de Quevedo:
(…) Por eso, en tanta región incierta, Quevedo me dio a mí una enseñanza clara y biológica. (… )(…) No es el transcurriremos en vano, no es el Eclesiastés ni el Kempis, adorno de la necrología, sino la llave adelantada de las vidas. Si el paso más grande de la muerte es el nacer, el paso menor de la vida es el morir.Por eso la vida se acrecienta en la doctrina quevedesca como yo lo he experimentado, porque ha sido para mí no una lectura sino una experiencia, con toda la rumorosa materia de la vida. (20)
Otro, fue Sabat Ercasty, quien influyó en su poemario Hondero Entusiasta. Y que fuera publicado 10 años más tarde por la influencia que éste ejerció.
Prueba de ello es que el mismo Neruda envía los originales a Carlos Sabat y éste le confirmó su huella. Cronológicamente el libro fue concebido después de Crepusculario. Neruda aclaró el '33:
Los poemas recogidos en este libro formaron parte de un ciclo de mi producción desarrollada hace ya cerca de diez años. La influencia que ellos muestran del gran poeta uruguayo Carlos Sabat Ercasty y su acento general de elocuencia y altivez verbal me hicieron sustraerlos en su gran mayoría a la publicidad. Ahora, pasado el período en que la publicación del "El Hondero Entusiasta" me hubiera perjudicado íntimamente, los he entregado a esta editorial, como un documento, válido para aquellos que se interesan en mi poesía. (21)
También podemos reconocer a Tagore, especialmente con el bochorno en "Veinte Poemas...", a William Blake, T.S. Eliot, Edgar Lee Masters, Baudelaire, Verlaine, Rimbaud; y tantos otros, que incluso la misma Gabriela le facilitara. Pero, en esta misma línea, la de los surrealistas y vanguardistas, prefiere a Paul Eluart y a Luis Aragón en vez de Baudelaire.
Finalmente, Neruda mismo lo dice en sus versos:
Fueron creadas por mí estas palabrascon sangre mía, con dolores míosfueron creadas.Yo lo comprendo, amigos, yo lo comprendo todo,se mezclaron voces ajenas a las mías, yo lo comprendo amigos! ...
Y así sigue...
-Haber... haber... rebobinemos... y volvamos a Crepusculario y a Veinte Poemas... Aquí la influencia no sólo es literaria ¿Verdad?--En realidad no puede ser todo literario. Por ejemplo en Crepusculario, Neruda vivía en la calle Maruri, donde años más tarde viví yo también. Allí comprendí todo, como dice el Vate; allí ví lo mismo que él: los crepúsculos de Santiago, todavía sin smog. Cito:
La mariposa voloteay arde - con el sol - a veces.Mancha volante y llamarada,
Ahora se queda paradasobre una hoja que la mece.
Todo se va en la vida, amigosse va o perece.
Se va la mano que te induce se va o perece...
O …
La tarde sobre los tejadoscaey cae.¿Quién le dio para que viniera alas de ave?Y este silencio que lo llevatodo.¿Desde qué país de astrosse vino solo?¿Y por qué esta bruma-plúmula, trémula-beso de lluviasensitivacayó en silencio- y para siempre- sobre mi vida?
En el Hondero Entusiasta, corresponde a un arrebato nocturno al regresar intespectivamente a Temuco a lo que dice:
-Antes de acostarme, abría las ventanas de mi cuarto. El cielo me deslumbró... vivía todo el cielo... como poseído corrí a mi mesa... Como si recibiera un dictado... Al día siguiente leí lleno de gozo mi poema nocturno:
Hago girar mis brazos como dos aspas locas...en la noche toda ella de metales azules...
En Veinte Poemas..., está también el goce de la existencia, especialmente aquel que tiene que ver con sus musas (era muy enamorado este Neruda). Por ejemplo Marisombra era Marisol, que siempre usaba una boina gris, tenía ojos suaves, era el "sosiego físico en los escondrijos de la urbe".
En El Habitante y su esperanza, fue más bien un intento narrativo. Luego vino Anillos, en colaboración con nuestro chillanejo, Tomás Lago, que fue una hermosa prosa poética. Y más tarde, en Tentativa del hombre infinito. Libro, en que quiéralo o no, asimila las influencias vanguardistas europeas, especialmente surrealista. Rodríguez Monegal, diría después: "puede considerarse un verdadero borrador de su futura residencia en la tierra", "resulta una obra original"...
-¿Y esa angustia de vivir, mezcla de duda y desencanto, y esa inquietud por los misterios de la vida presente en Cantos de vida y esperanza obedece a lo mismo?-Así es, infinitamente no sólo las lecturas influirían, sino la vivencia de cada circunstancia. Diría más tarde:- "Mis libros son ese hacinamiento de ansiedades sin salida."-¿Aquí es posible coincidir con Amado Alonso? Me refiero a eso de la hermeticidad en Neruda, pues Alonso dice que éste, en realidad vive lo hermético porque es su expresión en imágenes y metáforas desde la emoción más que de la razón... En este aspecto, entonces, ¿es necesario recordar que Alonso parte relacionándolo con el barroco de Góngora y lo que hay de hermético en ello?- Pero en realidad es aplicable a la circunstancia que vive Neruda, el poeta. Esto es, en Residencia y en cualquiera de sus obras. Cito:
Pero la verdad, de pronto, el viento que azota mi pecho,las noches de substancias infinitas caídas en mi dormitorio,el ruido de un día que arde con sacrificiome piden lo profético que hay en mí, con melancolía y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidoshay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.
-Respecto de esta circunstancia ¿Loyola, Concha y Sicard señalan que ésta es, más bien, doctrinal, es decir, que el progreso o evolución social en Neruda, está dado por la doctrina del partido comunista y la dialéctica materialista, por ejemplo en Sicard. Y por otra parte, en Alonso se habla de la conversión en Neruda?-Bueno eso no es tan así. En realidad existe la influencia de Hegel, Heidegger, Sartre, Marx, entre otros. Ahora la circunstancia en Neruda está dada por la misma vida. Por ejemplo en España, con la Guerra Civil, cambia su poesía, pero el hecho trágico de la guerra…
Preguntaréis: Y dónde están las lilas?Y la metafísica cubierta de amapolas?Y la lluvia que a menudo golpeabasus palabras llenándolas de agujeros y pájaros?os voy a contar todo lo que me pasa...
...................................
Venid a ver la sangre por las calles,venid a verla sangre por las calles,venid a ver la sangrepor las calles!
O cuando se entera que un joven, leyendo las Residencias determina suicidarse. Ante esto Neruda solicita que no se editen, por el pesimismo que representan.Ahora, no hay que olvidar que ya en "Crepusculario" estaba lo social, como lo amoroso y lo simple, etc. O sea, en esta obra inicial, sin ser un proyecto arquitectónico, ya adelantaba los motivos de su obra, es decir, su temática.Otra cosa es la realidad misma de Neruda: pobre, provinciano que emigra y se asombra, además que la nostalgia le persigue.O algo más sencillo todavía, cuando publica Los versos del Capitán bajo seudónimo, revela que son las circunstancias las que operan en la conversión o transformación poética; el poeta había cambiado de musa, lanzándose contra los poetas celestes:
Qué hicisteis vosotros gidistas,intelectualistas, rilkistasmisterizantes, falsos brujosexistenciales, amapolas surrealistas encendidosen una tumba, europeizadoscadáveres de la moda?
O en las Odas, por ejemplo:
(...)Al principiome enredabas los piesy caía de brucessobre la tierra oscurao enterraba los ojos en la charca para ver las estrellas.Más tarde te ceñiste a mí con los brazos de la amantey subiste en mi sangrecomo una enredadera........................................(...)Perono me bastó tampoco.......................................(...) Dejé de verte comonáyade vaporosa,te puse a trabajar de lavandera,a vender pan en las panaderías,a hilar con las sencillas tejedoras,a golpear hierros en la metalúrgica.Y seguiste conmigo andando por el mundo,pero tu ya no eras floridaestatua de mi infancia.
Bien, en definitiva, la obra de Neruda va con el mundo, con la poesía. Y por otra parte, el compromiso nerudiano, el personal compromiso, no era con el partido sino con la creencia de que el comunismo era la utopía más cercana a la justicia social.

-Muy bien don Sergio, ya es hora de despedirnos. Pero amenazándole una pronta visita para reconstruir otra etapa de su recepción.

Desde Argentina Sergio Pravaz

Rawson, Chubut, Argentina, 02 de julio de 2008


Tengo el agrado de dirigirme a Uds. con el objeto de manifestar mi adhesión a la candidatura de Sergio Hernández al Premio Nacional de Literatura del hermano país de Chile.
No dudo que nos encontramos frente a un extraordinario hombre de letras cuya moral y decencia lo ennoblecen tanto como el alto brillo de sus mejores poemas.
Asimismo, es más que probable que el día de mañana, no sólo los hermanos chilenos sino todos los habitantes de Latinoamérica que amamos la producción de nuestra propia literatura, podamos decir al unísono que hubo un día que valió la pena -además del día en que conocimos su poesía- porque este merecedor de tan digno lauro verá, tal vez a su fatigoso pesar, como su trabajo lírico llegará a confines tan insospechados como no buscados.
No sólo uno es feliz al descubrir una dimensión tan vasta en una obra poética, sino que se es felíz ante la posibilidad de que mucha gente se tope con la alegría, el placer y el aprendizaje que significa arrojarse a las aguas de tan nobles y decentes versos, como lo son los de Sergio Hernández.
Sin más, mi fraterno saludo.

Sergio Pravaz
Poeta/Periodista
Rawson/Chubut/Argentina

martes, 1 de julio de 2008

Proponen a Sergio Hernández para Premio Nacional

Gracias a la iniciativa de un grupo de jóvenes entusiastas poetas y escritores locales, el docente Sergio Hernández podría participar como candidato para ganar el Premio Nacional de Literatura 2008, el cual se entrega en nuestro país cada dos años. Este 21 de julio vence el plazo para postular a los candidatos y cuando el tiempo casi termina, ya han aparecido en la prensa algunos nombres tales como Óscar Hahn, Claudio Bertoni, Efraín Barquero y Patricio Manns, este último ya está confirmado como candidato seguro al Premio Nacional de Literatura 2008. Es por esto que el grupo de jóvenes, liderados por la pequeña editorial Ortiga Ediciones, se mueve a pasos agigantados, tal como lo explica Diana de la Fuente, relacionadora pública de Ortiga. “La idea es que las entidades de la ciudad se sumen a esta iniciativa y nos colaboren con la confección de la carpeta de los datos que finalmente presentaremos en el Ministerio de Educación”.
APOYO.
El grupo es liderado por Elgar Utreras y Diana de la Fuente, quienes son grandes admiradores del trabajo de Sergio Hernández. De hecho, Elgar y Diana vienen llegando de Argentina, luego de haber participado en la 24ª Feria del Libro Patagónica de Gaiman. En el país trasandino aprovecharon de llevar algo del material que han editado bajo Ortiga, además de una ponencia del poeta Sergio Hernández para compartir algunos rasgos de su vida con los participantes argentinos. “Llamó mucho la atención su vida como poeta de provincia. El Instituto Nerudiano de Buenos Aires quiere estudiar la obra de Sergio Hernández, y yo estoy encargada de rescatar su poética y enviarla porque realmente quieren conocerlo”, explica Diana. “Se estableció un paralelo entre el poeta argentino Juan Gelman y Sergio Hernández. Llamó la atención que su obra no es tan valorada, como pasa con Gelman en Argentina”, añade Elgar. “Quedaron fascinados con el material que llevamos, son fanáticos de la poesía de nuestro país y conocen a personajes como Jorge Teillier y Nicanor Parra. Chillán fue presentada allá como la ciudad de los poetas y hay ánimo de venir a Chile en noviembre. Estaría visitándonos el poeta argentino Sergio Pravaz y esperamos hacer algunas actividades con él acá”, agrega Elgar. Desde Argentina, el grupo interesado en la obra del profesor Hernández también han conseguido el apoyo para esta candidatura y como apoyo, pretenden realizar algunas actividades durante el mes que viene. “La idea es que la comunidad se entere de que estamos llevando adelante esta candidatura”, cuenta Diana. SERGIO, EL POETA. Sergio Hernández es un poeta de la generación del ‘50, grupo que, entre otros, conforman Efraín Barquero, Enrique Lihn, Jorge Teillier y Miguel Arteche. Nacido en 1931, se recibe de Profesor de Estado en Castellano en el antiguo Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile; luego realiza estudios de postítulo en el Instituto de Cultura Hispánica y en la Universidad Central de Madrid. Además, es miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua, de la Sociedad Chilena de Estudios Literarios de la Sociedad de Escritores de Chile. Fue docente titular en la Universidad del Bío-Bío, en Chillán. Su producción literaria se recoge en los “Cantos de pan” (1959), “Registro” (1965), con el que ganó en 1968 el Premio Municipal de Arte en Chillán; “Ultimas señales” (1979) y “Adivinanzas” (1998). Además escribió una autobiografía, titulada “¿Quién es quién en las letras chilenas?”, para Editorial Nascimento en 1981. Posteriormente, en 1993, Ediciones Casa de Chile en México publicó “Quebrantos y Testimonios”, pequeña muestra de sus mejores poemas. Por último, en el año 2002 apareció una antología titulada “Sol de invierno”, preparada por el propio autor y editada por la UBB.
Disponible en Diario La DIscusión: http://www.diarioladiscusion.cl/?control=porsec&id_noticia_p=46612&id_diario=25062008&id_categoria=06&fecha=25-06-2008

Presencia de Sergio Hernández



Por Ramón Riquelme





En el marco de la séptima versión de “Chillán Poseía” hemos escuchado los trabajos creativos de ElgarUtreras (Chillán) y de Nicolás Miquea (Concepción); ellos nos mostraron una tarea compleja sencilla y múltiple. Donde el oficio estético logró salir bien parado. Un torneo organizado con límites presupuestarios de envergadura. Destacó luces propias “el homenaje” rendido al poeta de Chillán y de Chile Sergio Hernández (Chillán 1931). Quizás nuestro primer contacto fuera como lector de sus versos en la “Antología de poetas Universitarios” (1953); que lo ubicaron en la llamada “generación del 50” (Jorge Teiller, Armando Uribe Arce, Efraín Barquero, Enrique Lihn) después nos encontramos en los encuentros de escritores de Concepción, Linares y Chillán que marcaron el surgimiento de los grupos de poesía como “Trilce” (Valdivia) “Arúspice” (Concepción), “Tebaida” (Arica), lo que Waldo Rojas llamó “la generación diez mada”. Sergio Hernández es Chillán. Los espacios urbanos de la ciudad están signados por los laberintos que él va descubriendo en su lírica. Es lo que Walter Benjamín llama “los pasajes urbanos”, para escribir sobre París. Sergio Hernández conoce bien “la noche de Chillán”. Recuerdo bien una conversación en su departamento de entonces frente a la plaza Santo Domingo, con los poetas Ariel Santibáñez, Waldo Rojas y Hernán Lavín Cerda. Entonces el mundo desató su imaginaria, nunca más continuamos con el mismo diálogo. Cada vez que lo veo en cualquier sitio del centro, recuerdo el texto “Juan de Mairena” de Antonio Machado, puedo decir “Sergio Hernández es un hombre bueno”, lejos de toda estridencia publicitaria hace su tarea cotidiana con la persistencia del artesano. En silencio y con delicadeza. Su tarea de escritor está marcada por su aproximación a Nicanor Parra y Ricardo A. Latcham. Su lírica establece comunicación inicial con los elementos de lo cotidiano (Cantos de Pan” (1959).

Miércoles 30 de enero de 2008.